
More B. dijo:
Con la edad uno se vuelve ciertamente nostálgico. Leí alguna vez que la adolescencia es la etapa más hermosa de nuestras vidas porque se es joven simplemente y las primeras emociones están teñidas de una frescura milagrosa que no se repite jamás. Sin embargo el aprecio por esas emociones, la capacidad de darles el valor y la mesura, me parece, únicamente es posible en la madurez. Adolescente y universitaria tira piedras, fui parte por un par de años de la Coral Filarmónica del Estado Carabobo, dirigida por el hoy desaparecido Federico Núñez Corona. Esa es sin duda una de esas experiencias que confieren a la vida un acento digno y hasta una especie de constancia de que se ha vidvido y que en la madurez se agradecen. Cuando entré a la Coral, mi buen Federico estaba “montando” nada más y nada menos que “El Mesías” de Händel. Y la íbamos a estrenar en la Catedral de Valencia, cosa que ocurrió en las cercanías de la Navidad, con la Orquesta Sinfónica del Estado. El acto fue un absoluto éxito que nunca olvidaremos quienes fuimos parte de la Coral en ese tiempo. Recuerdo que a la salida de la iglesia, uno de esos amigos tira piedras también y revolucionarios, cuando la palabra no era una blasfemia, de la universidad, se me acercó con los ojos húmedos y sólo alcanzó a decirme: ustedes son una vaina!!
No veo TVES, para qué mentir. Pero hay algo que que he hecho un par de veces porque produce en mí una emoción que no puedo describir, pero que intento. Disfruto del Himno Nacional que a ciertas horas colocan en la mencionada televisora. En ese instante Gustavo Adolfo Dudamel se convierte en la razón de mi existencia, ese momento es un instante eterno en el que soy adolescente y adulta simultáneamesnte. Esos minutos son mi eterna primera emoción Él y las decenas de niños y adolescentes que conforman el coro y la orquesta, entonando la canción de cuna con que me dormía la abuela, llenan todo el espacio y todo el Tiempo se conmueve. Hace poco menos de 10 años que pude comprender la letra de nuestro Himno y sólo desde entonces no sólo respeto el momento en que lo escucho sino que disfruto el hecho de tener consciencia de que esas notas me expresan como venezolana.
Ver y oír a Dudamel, más que dirigiendo el Himno, viviéndolo en cada gesto, en su mano que sostiene la batuta, en su rostro cuando dice “Gloria al bravo pueblo” o “muera la opresión”; en su cuerpo poseído por cada nota musical, en la fuerza inspiradora con que mueve sus brazos y todo su cuerpo para convertirse en ese instante en parte del mismísimo Himno; verlo a él y a esos muchachos vestidos de Bandera Nacional, es absolutamente un placer sublime, que de vez en cuando me permito y por el cual entendí en su entera dimensión las palabras de mi amigo. Hay algo dentro de esa criatura de 26 años, algo que emana y que se desborda cuando hace su trabajo: tanta vitalidad, tanta entrega, tanta inspiración, pero tanta que esta tarde por necia que soy me preguntaba si no querría él, aunque sea por unos meses, dirigir este país, hacerse cargo de la Patria que llaman, porque si una persona puede conseguir que un montón de gente logre acoplar sus voces y en conjunto proyectar al unísono una sinfonía espléndidamente perfecta y que encima disfrute haciéndolo, no es así como un ideal de Presidente?
PD: ahí les dejo el link, no está en el mismo formato pues le agregaron imágenes y les dejo otro para que disfruten. Cómo es posible que estemos más orgullosos de las misses que de esto??
http://www.youtube.com/watch?v=qWt8kAao6V8
y este otro para que disfruten.
http://www.youtube.com/watch?v=4Cuzcz8Tjs0