lunes, 17 de septiembre de 2007

Estúpido me dijiste, estúpido me quedé, estúpidas son tus patas que caminan al revés...

Voltaire estaba una vez en el baño, haciendo lo que todos hacemos. Y uno de sus hermanos le pedía y le pedía que trancara bien la puerta y las ventanas porque la fetidez, flotaba por toda la morada... oye, chico que hay visitas, que es hora de almuerzo, cierra esa ventana, cierra esa puerta. Cuando por fin salió del baño, uno de los invitados más apreciados por la familia, René Angerson, le dijo en tono más o menos serio: Usted sabe más que el "vuelve a la vida" de las Playas de Morrocoy, pero está podrido sabe, apreciado amigo. A lo que Voltaire respondió solemnemente: "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, mi ilustrísimo amigo,pero lucharé hasta la muerte para que tenga el derecho a decirlo" Pensó: así sea en mi casa, pero no lo dijo.

Chávez como que no ha leído a Voltaire. Y eso que Diodado le ha insistido! Pero el periodista, el de la BBC que le preguntó que porque no inviertía en Venezuela todo lo que regalaba al exterior, ese, leyó fue al ilustre Angerson. ¿Cómo se le ocurre? Chávez no respondería esa pregunta ni en el trance de su cita al urólogo para verificar el estado de su presidencial pròstata. Estos extranjeros tienen unas vainas!! ¿Cómo se le ocurre?!!

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